martes, 13 de noviembre de 2018

A MIS HIJOS (MIS SONIADAS)

                                            






 A MIS HIJOS



""Es horrible revisar tu vida y ver que te habías resignado. Lo malo es que siempre creí que me quedaba más tiempo. Me sentía y, todavía ahora, me siento por dentro joven, como una chica que está empezando, con toda la vida por delante... pero no es así".

Estas frases pertenecen a la película "El amor tiene dos caras" (1996), y es la confesión que una madre (Lauren Bacall) le hace a su hija (Barbra Streisand, en el papel de protagonista) en el transcurso de una conversación que ambas mantienen sobre el amor y la vida.

Desde que vosotros, hijos míos, sois oficialmente adolescentes, desde que vuestros vuelos fuera del nido son cada vez más numerosos y más largos, me ronda la idea de dejaros por escrito dos o tres consejos infalibles, de esos que no existen, para evitaros sufrimientos y errores que, tristemente, no voy a poder evitar, porque equivocarse y sufrir forma parte de la esencia misma de la vida. Pero no quiero quedarme con las ganas.


Quisiera deciros, hijos míos, algo así como que siempre fui lista, astuta y decidida, y que gracias a ello puedo resumir en cuatro ideas los secretos, si no de la felicidad, sí al menos del no dolor, del no fracaso.
Pero no puedo. En absoluto. Es más, y siendo franca conmigo misma, si hace diez minutos acabo de cometer el enésimo error de mi vida, si apenas el otro día era yo quien tenía dieciocho años (sí, los tuve), si aún me sorprendo preguntándome qué quiero ser de mayor...¿Qué consejos os voy a dar, ni a vosotros ni a nadie, sobre una vida que no entiendo?

Sin embargo, acepto mi propio desafío.

Y lo primero que quiero daros, más que un consejo, es casi una orden. Prestad atención porque me interesa muchísimo que lo entendáis:

A mí no tenéis que complacerme. En nada. 
No tenéis que orientar vuestras vidas a complacerme a mí, ni a nadie, salvo a vosotros mismos, aunque esto suponga en ocasiones quedarse y sentirse solo. 
Seguro que coincidiremos, ya lo hacemos, en gustos o incluso en carácter, por supuesto, pero lo que queráis estudiar, la profesión que elijáis, las parejas que tengáis o dejéis de tener, los trenes que decidáis coger o dejar marchar, las elecciones más importantes, en definitiva... tienen que tener sentido en vuestro proyecto de vida, no en el mío o en el de cualquier otra persona. 
De mis propios sueños me encargo, o debería de haberme encargado, yo. Son cosa mía, sólo a mí me competen. No los confundáis con los vuestros. 
Fabricad vuestro propio destino, aunque esté en las antípodas del mío.
Confiad en vuestros criterios, en vuestra formación, sobre todo en la humana, en vuestros valores éticos y morales, a la hora de tomar decisiones. Yo sí confío en vosotros. Y cuando os equivoquéis, que ocurrirá, que no sea por haber tratado de complacer a personas para las que, probablemente, nunca habíais sido prioridad.

En lo segundo que quiero incidir es en la importancia de las amistades de las que os rodeéis.
Recuerdo a mi padre diciendo: "Hay que huir de las personas que te hacen perder tiempo, dinero y categoría, aunque el problema es identificarlas desde el principio".
Esto último es lo complicado, pero forma parte del aprendizaje.
Qué importantes, las amistades... 
Si frecuentáis gente vaga, acabaréis vagueando; si frecuentáis chismosos y alcahuetas, acabaréis alcahueteando; si frecuentáis personas dominantes, acabaréis dominados; si frecuentáis personas materialistas, acabaréis vacíos.
En cambio, si frecuentáis gente interesante, os haréis un bien impagable.
Que no os deslumbre la posición económica o la cuota de poder de nadie. No tienen por qué definir a la persona en términos positivos. El dinero sólo es dinero, y el poder suele ser una falacia, es más, a menudo las personas sólo tienen el poder que nosotros les concedemos. 
El valor de una persona siempre es la persona en sí misma, lo que sientes al estar junto a ella, en quién te conviertes con su compañía. 
Si alguien os menosprecia por vuestra posición social o económica, no digamos ya por cuestión de raza, sexo, ideología, aspecto personal..., recordad que el problema es de ese alguien, no vuestro. Que no os quite ni un ápice de serenidad y confianza en vosotros mismos.
En definitiva, id con personas apasionadas y apasionantes, cariñosas, educadas, buenas, íntegras y creativas, y cultivad ese tipo de amistades, no las descuidéis; son las que dan luz y merecen la pena. Y si alguna vez creéis que os han fallado, perdonad y olvidad, y cuanto antes, mejor.

Lo tercero que quiero subrayar es la importancia de saber decir "No". 
Es fundamental.
Si no queréis, si no podéis, si no os hace bien, si va contra vuestros principios... decid "No". Es mucho más importante ser íntegro y coherente con uno mismo que querer complacer siempre a los demás. Esto último es imposible y os hará desdichados.

Y como último consejo me remito al principio de esta carta. 

Haced lo que tengáis que hacer para ser felices, para construir vuestra propia historia, siempre con la honestidad y la integridad de la mano, excuso decirlo.
Bastantes zancadillas pone ya la vida, algunas insalvables, ya lo sabéis, como para que os limitéis a vosotros mismos con miedos y condicionantes irreales. Hay que atreverse, saltar, volar y transgredir. Intentad no quedaros con las ganas. No es nada fácil, pero ese es el camino.

No obstante todo lo anterior, tened en cuenta que esta retahíla de ideas no deja de ser mi experiencia más o menos sintetizada. Vosotros ya sacaréis vuestras propias conclusiones, y no tienen por qué coincidir con las mías.

Ojalá, hijos míos, en el futuro no tengáis que revisar vuestras vidas y reconocer con dolor que os habíais resignado, pudiéndolo haber evitado."



Sonia Serna San Miguel































5 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho este relato y estoy de acuerdo con todo! Sigue escribiendo..

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que te haya gustado, y muchas gracias por tu comentario, amigo desconocido. Un abrazo😘

      Eliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Otro texto precioso, Sonia!
    Gracias por escribirlo... Un abrazo fuerte!
    Juan Antonio

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu comentario, Juan Antonio, de verdad me alegro mucho de que te guste. ¡Otro abrazo para ti!

      Eliminar